Todas las cosas fueron hechas para colocar a la humanidad, para llevarnos a conocer a nuestro Creador, incluso los ángeles que sirven en el cielo tienen un papeles secundarios como espíritus ministradores, para la humanidad, tienen la tarea de ayudar a la humanidad a conocer al Padre. Nada es por casualidad o azar, todas las cosas tienen un propósito, en el gran esquema de las cosas. Estamos todos entretejidos en el diseño complejo de la vida por una razón especial, a pesar de si somos conscientes de ello o no. Ruego que las enseñanzas que voy a compartir, en las páginas y capítulos de este libro, puedan ayudarte a llegar a tal revelación. Otros, como yo, que hemos sido conducidos a tal discernimiento, hemos llegado a comprender que somos seres espirituales, atrapados en forma de carne, con una capacidad que supera con creces, los límites de nuestra encarnación terrenal.